Hola a todoooossss. Iba a comenzar esta entrada de otra forma, pero, tras comprobar que la última vez que os escribí aquí fue el 16 de octubre, no puedo sino empezar volviendo a afirmar que el tiempo vuela. Madre mía. No lo digo porque hace casi un mes y medio de eso, que también, sino porque yo pensaba que no hacía tanto ... y es que en estas semanas todo ha sido y es de locura. En fin, centrémonos.
Como sabéis, ya soy mamá, ya somos papás, ya tiene Charly (mi perro) un nuevo juguete con quien entretenerse en casa ... o "un bichito" de quien huir cuando comience a corretear por aquí. El día 27 de Octubre llegó a casa nuestra querida Blanca. Nos alumbró con su mirada unos días antes de lo que tenía previsto, lo que nos llevó a pensar que la nena va a ser más rápida corriendo que nosotros. Todo salió de maravilla y no podemos más que estar contentos, felices y satisfechos de que así fuera. Intenté buscar y buscar a ver si la niña venia con el libro de instrucciones, pero nada, me cachisssss. Habrá que tirar de intuición y de los consejos de toda la gente que nos rodea.
Si bien ahora muchas cosas serán nuevas, estamos seguros de que nuestra niña crecerá con todo el amor y el cariño del mundo, por lo que seremos afortunados de comprobar cómo avanza en este largo camino de la vida.
Los amigos y familiares ya me habían avisado: a partir de ahora todo te va a cambiar ... y así va siendo, pero nos encanta. Una de mis ideas era comenzar a practicar la carrera de forma breve y suave. Aunque el día tiene 24 horas (1.440 minutos u 86.400 segundos), aún no he podido hallar cómo ni cuándo salir a trotar unos minutos de nada. Siempre hay un motivo o una excusa para no hacerlo y todas están centradas en nuestra pequeña. Bueno, no hay prisas, pues tengo todo el tiempo del mundo. Mientras tanto, seguiremos disfrutando de este regalo que nos ha traido la naturaleza.