lunes, 17 de diciembre de 2012

La llama eterna

Por fin. Eso es lo primero que suelo pensar cuando llegan ciertos periódos de descanso. Tras una larga etapa preparando el maratón y el necesario parón tras el mismo, que me vino genial para recuperar, mi cuerpo ya pedía unos días de descanso, aunque sin dejar de entrenar por supuesto. La fase post maratón, en la que el cuerpo ha sacado a relucir los beneficios de la supercompensación, ha sido fructífera, no sólo en lo físico, sino también en lo mental y psicológico, pues las participaciones en los distintos crosses han resultado de los más placenteras, pues a todos nos gusta vernos en el podio, y si es en lo más alto del mismo, mucho mejor. Cuando los atletas competimos semana tras semana no es fácil sacar provecho a la planificación del entrenamiento, pues a las duras sesiones de trabajo hay que unir los desplazamientos algo que no facilita que el cuerpo vaya asimilando las cargas como debería y se complique aquéllo de dar todo el día de la competición, pues, aunque lo hagamos, no es fácil hacerlo cuando llevas acumulados muchos kilómetros en las piernas, un lastre que muchas veces no deja sacar a relucir todo lo que llevas dentro. 

Tras este relativo parón, volverán las sesiones de volumen y más volumen, hay que ir recuperando la forma poco a poco para intentar llegar al próximo objetivo en plenitud de facultades. Teniendo en cuentas las fechas del año en que nos encontramos, toca buscar una San Silvestre en la que despedir el año haciendo lo que más nos gusta: CORRER. Cada uno lo haremos con un plan, con un objetivo, con una motivación. Ahora bien, sea como fuere, lo más importante siempre es intentar disfrutar, sacar o dar lo mejor de cada uno para recibir esa recompensa tan beneficiosa que es la satisfacción de sentirnos a gusto practicando una actividad tan apasionante y que tanto engancha. Yo suelo despedir el año en la San Silvestre de Pamplona, que he ganado en varias ocasiones. Cómo no, me encanta acudir allí por la cercanía de mi gente de la familia y qué mejor forma de decir adiós a un año y de recibir a uno nuevo que con el calor de tus seres más queridos, esa familia que tanto me aporta y tanto significa para mí, tanto en lo personal como en lo profesional. Aunque la de Pamplona sea casi segura, hay infinidad de oportunidades a lo largo y ancho del panorama nacional, Vitoria, Beasain, Madrid, Lerin, Salamanca, León, etc. Citas hay muchas, así que busca tu carrera y ¡A CORRERRRRRR!


Ya que he mencionado a la familia y lo que significa, no quiero dejar de acordarme de que ellos son como el título de esta entrada, La llama eterna, esa llama o antorcha que arde contínua y eternamente, que nunca se apaga, que está llamada a ser la luz que ilumina nuestro camino y el calor en el que recogijarse durante el trayecto, que, si bien es largo, gracias a ellos es mucho más placentero y llevadero. 

Por supuesto, estas fechas suelen ser muy especiales para todos, para mí también lo es. Es por ello que quiero felicitar las navidades a todos, y muy especialmente a aquéllos que me seguís, que me apoyáis, que me animáis y que, sin lugar a dudas, hacéis que todo sea mucho más fácil. Gracias a vosotros mis ánimos crecen para seguir luchando por salir adelante y darlo todo por este deporte tan encantador. Sois parte de esa llama. 

Os dejo con una canción que me encanta, que suele acompañarme en mis rodajes. Así, de paso, me conocéis un poquito más ...

Por eso, y por todo, Felices Navidades. 

lunes, 10 de diciembre de 2012

Cross de Cantimpalos

En más de una ocasión he comentado por aquí la dureza que lleva intrínseca la preparación de un maratón, que requiere de muchas semanas, varios meses, para obtener la puesta a punto adecuada a la hora de afrontar una prueba tan exigente. Si bien en el Maratón de Valencia no salió todo como me habría gustado, sí que puedo decir que, tras las dos semanas de recuperación que realicé, aún estoy recogiendo los frutos de esa exhaustiva preparación. Entre la bajada de volumen antes del maratón y el descanso activo tras la competición, durante estas semanas se podría decir que mi cuerpo está sacando a relucir los efectos de la llamada supercompensación, que no es otra cosa que el organismo, tras las cargas recibidas a todos los niveles y la respectiva recuperación, saca a relucir todas las adaptaciones a nivel fisiológico, muscular, etc.

Imagen de Javier López Alarma, de www.segoviaaldia.es

Si a todo ello le unimos la motivación, he de decir que me encuentro genial, con más ganas que nunca, ilusionada y esperanzada en conseguir nuevos objetivos tanto a medio como a largo plazo. Además, el segundo puesto la pasada semana en el Cross de Burlada añade un plus de motivación que me ayuda a entrenar mejor, a fortalecer mis niveles de confianza y a hacer mucho más fácil cada duro entreno. Anteayer, el sábado día 8, me desplacé hasta la segoviana localidad de Cantimpalos para participar en su tradicional Cross, una prueba que cumplía la edición 41ª. Durante la prueba me encontré bien en todo momento, lo que me ayudó a entregarme al máximo y poner toda la carne en el asador para luchar por la victoria rodeada de algunas de las mejores corredoras de campo a través del panorama nacional. Al cruzar la línea de meta en primer lugar se vienen muchas imágenes a mi mente, a mi memoria, así como también una especie de inyección de moral, de energía, de renovadas ilusiones para afrontar las duras semanas que hay por delante hasta ponerme en la línea de salida de la siguiente meta.

Imagen de Javier López Alarma, de www.segoviaaldia.es


A pesar del aire y el frío, mitigado este último por el calor de la gente que acude a cada carrera a apoyarnos y a animarnos, las buenas sensaciones consiguen que te aísles de todo y poder dar el 110%. Se agradece que los aficionados a este deporte no nos fallen cada fin de semana.

Toca seguir trabajando duro, pero también es momento de disfrutar de los pequeños y grandes logros, de saborear cada triunfo, de valorar lo conseguido, de mirar al futuro con optimismo y, por supuesto, mucha ilusión. Sin ella, sin vosotros, sería difícil estar aquí.


lunes, 3 de diciembre de 2012

Cross Hiru-Herri de Burlada

Tras el maratón valenciano han transcurrido dos semanas. Como suele ser habitual tras una prueba de esta envergadura, durante todos esos días he estado acompañada de dolores y contracturas por todo el cuerpo. Esos dolores han hecho que los rodajes no pasaran de veinte minutos y por hierba, gracias a lo cual, unido al trabajo en piscina, el cuerpo se ha recuperado bien, rápido, y ello ha favorecido que también me sintiera recuperada mentalmente y que el cuerpo me pidiera caña, competición, quemar adrenalina. 



El pasado domingo se disputaba el Cross Hiru-Herri de Burlada. Correr en casa siempre motiva, te anima, así que eso, unido a mis ganas de volver a ponerme un dorsal, hizo que estuviera dispuesta a ganarlo sí o sí, a darlo todo, a meterle cera a mis piernas, que ya sentía recuperadas, adaptadas a la normalidad de no sentir dolores por doquier. Ahora bien, tenía una duda: tras pasar varios meses, muchas semanas, preparando un maratón, con rodajes largos, son series largas, a ritmos específicos de maratón, difería mucho de competir en campo a través y sobre una distancia de seis kilómetros. El terreno es distinto, la intensidad es muy distinta, así que la incertidumbre recomendaba salir con cierta cautela. Además, algunas de mis rivales ya había disputado algunas crosses, estarían más habituadas a la superficie, a la distancia, pero cuando una tiene ganas de guerra, de caña, si el cuerpo y la mente se ponen de acuerdo se puede conseguir todo, o casi todo. 



Aunque los dos primeros kilómetros fueron lentos, las sensaciones eran buenas, ideales para poner toda la carne en el asador, aunque de ello se encargó, en primer lugar, la atleta etiope Trihas Gebre, quien comenzó a cambiar a ritmos muy elevados, siendo seguida por Irene Pelayo e Isabel Macías. Aunque inicialmente me asaltaron las dudas sobre el papel a interpretar, entre quedarme un poco reservada e irme con ellas opté por esta segunda posibilidad, ya que mi cabeza me lo pedía y mi cuerpo la secundaba, así que me fui con ellas a pesar de que sentía que el elevado ritmo, comparado con el habitual de los últimos meses, podía pasarme factura. Nada más lejos de la realidad, me fui adaptando al mismo y me fui encontrando perfectamente y me reafirmaba en la idea de que podía ser mi día. El hecho de tener al público contigo, animándote constantemente, fue también muy importante, pues eso ayuda a mitigar el dolor, el padecimiento de correr a alta velocidad e intentando no perder comba con mis rivales. Tan así fue que a falta de dos kilómetros para meta decidí cambiar mi ritmo y cabalgar en solitario, tal vez para intentar cazar a Gebre, y  para no llegar a los últimos metros con Irene e Isabel. 


Noticia publicada en Diario de Noticias
Noticia publicada en Diario de Navarra. 


Entrar segunda en meta y primera española me ha servido de mucho, me ha reportado una enorme alegría, más aun estando en casa y con mi gente tan cerca. Ya estamos en plena temporada de campo a través y toca dar rienda suelta a las ganas de competir, por lo que repetiré el próxima sábado. En esta ocasión será en el Cross de Cantimpalos, Segovia. Espero poder volver a disfrutar mucho y hacer un buen papel. Os mantendré informados y quiero daros las gracias a todos los que desafiasteis al frío para acompañarnos en Burlada y a darnos ánimos y calor en un bonito día de atletismo.