sábado, 28 de febrero de 2015

En marcha y a tope!



Como os venía comentando hace ya tiempo, bastante, tal vez demasiado, finalmente ha resultado un invierno un tanto infructuoso. El pasado domingo se celebró el Maratón de Sevilla, que era la prueba que tenía en la agenda para haber disputado mi maratón de cara a intentar conseguir la mínima para el Campeonato del Mundo de Pekín del próximo verano. No pudo ser. Falta de continuidad en los entrenos por las molestias aconsejaron no enfrentarme a una prueba tan exigente como es el maratón, así que tocó estar pendiente desde casa de lo que allí sucedía. 

En las últimas semanas ya puedo entrenar con regularidad, sin molestias, con muchas ganas. Eso sí, resurgen esos dolorcillos que todos hemos experimentado alguna vez (muchas) en la vida. Son las temidas agujetas. Mucha gente cree que los atletas de alto rendimiento no las padecemos. Error. Las agujetas son patrimonio de la humanidad deportivo, pues, en mayor o menor medida, todos iniciamos o retomamos la actividad tras un periodo de descanso, por lesión o por los motivos que sean.  Las agujetas son muy habituales en pretemporada, esa fase del año en que retomamos los entrenamientos tras unas semanas de parón para recuperar, durante las cuales nuestra actividad se reduce al mínimo. Luego, al comenzar los entrenamientos, sobre todo los de mayor intensidad, aparecen estas "acompañantes" habituales que nos complican hasta los andares diarios, pareciendo, incluso, que venimos de correr un maratón en lugar de venir del gimnasio o de hacer unas seriecillas más o menos llevaderas.  Y en esas estoy en estos tiempos. A ver si se va acercando más la primavera y quedan atrás estos tiempos fríos y de nieve para poder poner al cuerpo y la mente a tope, para poder exprimirnos al máximo en busca de conseguir los objetivos. Río se acerca día tras día de forma inexorable. Y los Juegos no entienden de parones, ni de que en Soria haga frío y nieve... ni de agujetas. 

Seguimos el camino, ya lo dijo Antonio Machado ...

Caminante, son tus huellas el camino y nada más; 
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. 
Al andar se hace el camino, 
y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar.

 Nos vemos muy pronto...

2 comentarios:

  1. Tenemos ganas de verte en el maratón y en Río, mucho ánimo

    ResponderEliminar
  2. El último verso está mal. Debería ser:

    "Caminante hay un camino que lleva a Estela a Río".

    Mucha suerte en este nuevo proyecto.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar