Después del mal trago en el cross internacional de Atapuerca hace una semana, por fin ayer me he reencontré conmigo misma en el cross de Soria. Las sensaciones han mejorado, aunque todavía me siento lejos de ser la que era... he acabado y bien. Para mí, éste es un paso importantísimo, pues supone un buen refuerzo para mi cabeza y para darme cuenta de dónde estoy y de que voy trabajando bien. Eso me ayuda mucho, sobre todo de cara a objetivos a medio plazo.
La carrera propiamente dicha ha comenzado a buen ritmo, pero los obstáculos de troncos que había que saltar en cada vuelta hacia que me ralentizase en el ritmo por vuelta y no pudiese seguir un ritmo más alto para no descolgarme del grupo cabecero.
Aunque hoy las piernas sí que me han dado tregua, ya que estaban finas, sueltas y con ganas de dar guerra en los 8km. de circuito en la pradera de Valonsadero, la dureza del circuito marca el estado de forma en el que estamos. No obstante, el hecho de estar en casa y de recibir gran cantidad de aplausos y ánimos del público y de amigos, me hacían no bajar la guardia y seguir hacia adelante.
Después de la tarde de ayer de valoraciones toca seguir entrenando. Mañana es un día mas o un día menos, según se mire, pero un día en el que, aunque a una le duelan hasta las pestañas.... toca calzarse las zapatillas, ¡pero para correr!
¡Buena entrada de semana! Os mantengo informados 😉.
Me alegra saber que vas mejorando, yo que hace 5 meses que fui padre que se que tiene poco que ver con ser padre,te tengo como una buena referencia, de que se puede volver a un nivel aceptable e incluso al mejor nivel de siempre, es cuestion de que la peque y nosotros nos vayamos adaptando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro que si, ánimo Rafael es duro pero lo conseguiremos. Un abrazo
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